The rebellion of the workers. Culture and resistance
Robert
Darnton, en su trabajo desarrollado en “La rebelión de los obreros. La gran
matanza de gatos, pone en manifiesto su empatía metodológica con Clifford
Geertz tanto en el énfasis de explorar
la dimensión simbólica de la cultura como la elección de transitar el camino de
una Historia Interpretativa utilizando la metodología de la descripción densa que
indague acerca de los sentidos que tienen determinados acontecimientos
costumbristas o culturales.
La matanza de gatos que Darnton analiza en
profundidad ocurrió a fines de la década de 1730 en una imprenta parisina. El
suceso, que fue rescatado a partir de
los escritos de uno de sus protagonistas, deja al descubierto que este tipo de
matanzas producía risas, placer, burlas y ceremonias en esta clase trabajadora.
Darnton se pregunta el porqué de esa alegría
y también sobre el significado del gato en esa comunidad. Para comenzar a
responderse, hace foco en el contexto social general, en los inconvenientes
particulares de estos aprendices, en su composición cultural y en los símbolos
y rituales que afloran en este acontecimiento. Estudia estos hechos a partir de
la construcción de significados que el quehacer cultural va construyendo y que
se manifiestan a través de archivos, discursos, ritos y de las acciones.
Este trabajo le permite desarrollar e
interpretar el sentido que estos habitantes le daban, no sólo a la matanza de
gatos, sino también la interpretación del placer que esto causaba, el porqué de
las ceremonias que realizaban, ante que se revelaban, ante quien estaban
dirigidas las ofensas y por qué estaban indignados.
Para comprender el texto de Nicolás Contar,
analiza e interpreta no sólo lo expresado en este relato del siglo XVIII que da
cuenta de las ceremonias, las burlas y la gracia que les ocasionaba la matanza
de gatos, sino también indaga respecto al símbolo que este animal encarna en
esa época y en la cual se lo vincula a un sentido negativo, utilizado por hechiceros,
protagonista de distintos ritos, de matanzas , de mutilaciones y que se trataba
de un animal que era vinculado con la clase burguesa y despreciado por las
clases bajas. También en este trabajo realiza una tarea de recopilación de
datos que dan cuenta de la precarización a la que se estaban enfrentando los
trabajadores y en particular aquellos aprendices de la imprenta, protagonistas
de estas matanzas.
Las conclusiones a las que Darnton llega son
que el descontento de los trabajadores de la imprenta por las malas condiciones
laborales, la figura que representaba el gato en esa comunidad y la cercanía de este
animal a la clase burguesa fueron
canalizados con esos rituales que sirvieron como válvula de escape para
expresar una venganza hacia una clase que los explotaba y los maltrataba
sistemáticamente. “Debido
al peligro de la insubordinación abierta, los trabajadores canalizaron su
agresión por la ruta más indirecta: atacaron a la mujer por medio de los gatos
y al patrón, por medio de la mujer. Pero al hacerlo, movilizaron todos los
elementos de su mundo. No sólo se vengaron del patrón. Pusieron en escena un
levantamiento general: de los trabajadores contra los patrones y de la esfera
completa de la naturaleza libre, violenta y libidinal contra el orden
disciplinado del trabajo, la cultura y la domesticidad.”
(Darnton, 2010: 361).
Los acontecimientos fueron expuestos por el
trabajador y testigo de los hechos, los símbolos y los significados fueron
interpretados por Darnton luego de comprender el texto, contextualizarlo histórica
y geográficamente y darle las
significaciones que consideró pertinente luego de interpretar las interpretaciones
realizadas por Contar.
El concepto de cultura expuesto por Darnton
está compuesto por una trama de significaciones social e históricamente
conformadas y cuya comprensión se logra a través del método interpretativo.
La crítica que se le podría formular a su
opción analítica es que la fuerza que adquiere el ritual en su concepción de la
teoría de la cultura requiere de una constante interpretación de
interpretaciones. Esta tarea podría
dejar fuera del análisis elementos que l investigador considera
impertinentes o darle fuerzas a otros, que impulsados por su formación ideológica,
sus intereses o su historia personal, son más atendidos. Las interpretaciones
podrían llevar a lugares diferentes de acuerdo a quien las realiza.
La articulación de la Antropología y la
Historia está dada por la interacción y el dialogo que se establece entre estas
dos disciplinas, que en sus métodos, desarrollos y búsquedas se tornan
complementarias.
La antropología ha dejado muchas huellas en el
estudio de las sociedades pasadas y actuales a través de haber registrado todo
lo estudiado y de las interpretaciones realizadas de los símbolos encontrados
en estas sociedades. Ellas han estudiado comunidades distintas, diferentes y
lejanas. Han recogido material que da cuenta de comportamientos culturales ajenos
a los suyos y, entre otras cosas, hicieron foco en los distintos tipos de
tabúes que rodeaban esas comunidades y han procurado darles un significado
social a ellos.
La Historia, en su afán de escalonar y unir
los acontecimientos, pudo intentar darle sentido a diferentes hechos a partir
del conocimiento obtenido de determinado marco cultural y del simbolismo que
puede adherir a un elemento, a un acontecimiento, a un animal, a un oficio o a
las relaciones interpersonales entre otras tantas posibilidades.
La Historia como la antropología, en la
actualidad, intentan desandar el mismo camino, el del entramado cultural que
encierran los acontecimientos. Sus finalidades son comprender, con el mayor
rigor posible los significados de los símbolos que se presentan ante ellos, ya
sean escritos, relatos, prosas, leyendas y elementos empíricos